IRPF: el impuesto que nos acompaña desde la cuna (y que deberías entender de una vez por todas)
Llega la primavera y, con ella, no solo florecen los árboles… también los recordatorios de Hacienda. La campaña de la Renta está en marcha, y como cada año, el IRPF vuelve a protagonizar nuestras pantallas, nuestros correos y, para qué negarlo, también nuestras conversaciones de ascensor.
Pero, ¿qué es realmente el IRPF? ¿Por qué es tan importante entenderlo? Y, sobre todo, ¿cómo puedes optimizar tu declaración sin perder la cabeza?
Como fundador de un despacho especializado en fiscalidad, déjame explicártelo sin
tecnicismos innecesarios, pero con todo el rigor que merece.
¿Qué es el IRPF y por qué te afecta aunque no quieras?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo que grava la renta de las personas físicas residentes en España. Eso incluye los ingresos por tu trabajo, tus inversiones, tus alquileres, e incluso algunas becas o ayudas.
En otras palabras: si respiras y cobras, probablemente tributes.
El IRPF es un impuesto progresivo, lo que significa que cuanto más ganas, más pagas (al menos en teoría). Y es personalizado, porque no tributa igual quien tiene dos hijos que quien no, ni quien vive de alquiler frente a quien tiene hipoteca, ni quien gana 20.000 frente a quien gana 200.000 euros.
¿Qué debes saber en esta campaña?
La campaña de la renta 2024 (para declarar los ingresos de 2023) arrancó el 3 de abril y estará abierta hasta el 1 de julio. Puedes presentarla por internet, por teléfono o, si lo tuyo es el cara a cara, también de forma presencial a partir de mayo (con cita previa).
Aquí van algunos tips útiles:
Revisa el borrador. Puede parecer cómodo aceptar lo que propone Hacienda, pero
recuerda: es un borrador, no la verdad absoluta. Puede faltar información o haber
errores.
Deducciones que suelen olvidarse:
o Alquiler (si firmaste antes de 2015 o tu comunidad lo permite).
o Donativos a ONGs o fundaciones.
o Cuotas sindicales o de colegios profesionales.
o Inversiones en nuevas empresas (startup friendly).
Si eres autónomo, no te olvides de desgravar tus gastos relacionados con la actividad, pero recuerda que Hacienda quiere ver coherencia, no creatividad fiscal.
¿Y si me sale a pagar?
No eres peor persona por ello. Si te sale a pagar, puede que simplemente no te retuvieron lo suficiente durante el año. Y al revés: si te sale a devolver, es que adelantaste dinero de más.
Puedes fraccionar el pago en dos partes (60% ahora, 40% en noviembre), o incluso plantearte ajustar tus retenciones para el año siguiente.
¿Puedo ahorrar dinero en el IRPF?
La planificación fiscal es clave. Hay muchas decisiones que, tomadas a tiempo, pueden
ayudarte a optimizar tu tributación:
Aportar a planes de pensiones (aunque con los nuevos límites, el impacto es menor).
Invertir de forma fiscalmente eficiente.
Organizar adecuadamente tus ingresos y gastos como autónomo.
Usar figuras legales que te permitan tributar de forma más eficiente (sociedades,
cooperativas, etc.).
Y lo más importante: consulta con profesionales. Lo barato sale caro cuando hablamos de Hacienda.
Conclusión: el IRPF no es tu enemigo… si sabes cómo manejarlo
El IRPF es uno de los impuestos más importantes en la vida de cualquier ciudadano. Y aunque muchas veces se nos presenta como un laberinto de papeles y formularios, entenderlo —aunque sea lo básico— te puede ahorrar dinero, disgustos… y alguna que otra multa.
En Antica&Urbano nos gusta pensar que la fiscalidad no tiene por qué ser aburrida. Y que, con el acompañamiento adecuado, la campaña de la renta puede ser algo más que un mal trago anual.
¿Tienes dudas sobre tu declaración? Escríbenos. Que para eso estamos.